Europa está enfrentando un aumento de incendios forestales extremos, que son más rápidos, intensos e impredecibles debido al cambio climático.
Para hacer frente a este desafío, se ha lanzado el proyecto FIRE-RES, liderado por CTFC y financiado por la Unión Europea con 20 millones de euros, que reúne a expertos de varios países europeos, además de Chile y Noruega. El objetivo es transformar los paisajes para hacerlos más resistentes al fuego, no mediante el control del clima, sino modificando el entorno para evitar que los incendios se descontrolen. Se han creado once “Living Labs” donde se prueban soluciones innovadoras como drones para detección temprana, herramientas de mapeo de combustible, quemas prescritas y materiales resistentes al fuego. Además, se involucra activamente a comunidades locales, agricultores y bomberos. El proyecto busca establecer una nueva cultura europea de seguridad frente al fuego, basada en la ciencia, la tecnología y el conocimiento local.
Más información en Fighting fire with innovation: a pan-European push to tackle extreme wildfires | Horizon Magazine